Cuando las personas escuchan la palabra proteína, lo primero que se les viene a la mente es la imagen de un trozo de carne o pollo. Como resulta un poco costosa, la omiten y se conforman con una sopita de vegetales y hueso.
La sopa es una alternativa para obtener vitaminas y minerales, vitales para prevenir anemia, por ejemplo. Pero la proteína es clave para regenerar tejidos. Por eso es necesario incluirla en todas las comidas principales del día a día. ¿Cómo? Comiendo huevos, leche, yogurt, sardina, queso, atún y leguminosas como las lentejas.
Todos esos alimentos son mucho más económicos que el filete de carne o de pollo, e incluso resultan más ligeros para el organismo. Otro punto a favor es que contienen infinidad de nutrientes para el organismo. La sardina posee ácidos grasos saludables, mientras que los huevos contienen hierro.
La clave para lograr un estilo de vida saludable consiste, precisamente, en mantener un dieta equilibrada y nutritiva. De allí la necesidad de incluir todas las proteínas y qué mejor si se trata de alternativas más económicas.
La libra de garbanzo alcanza los USD 2 y rinde para toda la familia. Con esta leguminosa se prepara menestras, hamburguesas, aderezos. También se los puede tostar y bañar con chocolate para obtener un ‘snack’ 100% saludable.
Otros productos con un interesante contenido de proteína de alto valor biológico son los champiñones, la leche de kéfir y yogurt de kéfir. Son una alternativa para las personas con intolerancia a la lactosa.
Tome nota
La proteína, un macronutriente esencial, es clave para recuperar masa muscular. Esta se pierde por la falta de actividad física, por ejemplo.
La nutricionista es la encargada de definir la cantidad exacta de proteína que una persona debe consumir al día. Sin embargo, se sugiere incluirla en las comidas principales.
La adecuada ingesta de proteína también asegura un sistema óseo fuerte; libre de fracturas.
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